El segundo domingo del mes de julio se celebra en la villa de A Cañiza la festividad en honor del Santísimo Cristo de la Agonía.
La devoción de las gentes de A Cañiza por el Santísimo se remonta a tiempos inmemoriales. Aunque desconocemos la historia así como el principio de su veneración en el Templo Parroquial, sí sabemos con certeza que en un principio esta fiesta se celebraba el Domingo de la Santísima Trinidad (por el mes de mayo) pero debido a las constantes inclemencias del tiempo, propias de esta época primaveral que impedían la salida de la Procesión, se trasladó la celebración litúrgica para el 2º domingo del mes de julio y así se viene celebrando en la actualidad.
A CAÑIZA CELEBRA EL SEGUNDO DOMINGO DE JULIO LA FESTIVIDAD EN HONOR AL SANTO CRISTO DE LA AGONÍA
La fe que los cañicenses y demás gentes de la comarca le profesan al Cristo de la Agonía se refleja en la multitud de devotos que acuden a la procesión ataviados con los hábitos para agradecer los favores otorgados o para rogarle alguna petición.
En el 2.013 sus devotos quisieron enaltecer su veneración adquiriendo un nuevo Trono procesional para mayor lucimiento de la imagen. Este Trono está movido por un cuerpo de 40 costaleros ataviados con los hábitos de la Asociación Santo Cristo de la Agonía.
En 2016 nace la sección femenina de la asociación en honor a la Virgen Dolorosa, movido también por un cuerpo de 40 costaleras.
El segundo domingo del mes de julio se celebra en la villa de A Cañiza la festividad en honor del Santísimo Cristo de la Agonía, con el oficio de una misa solemne y procesión acompañada un año más por la magnífica Banda de Guerra de la Brilat.
Esta celebración litúrgica, junto con las Romerías de la Virgen de A Franqueira, es una de las más importantes de cuantas se celebran en A Cañiza.
Santísimo Cristo da Agonía de A Cañiza
Nosa Señora a Virxe Dolorosa
HISTORIA DE LA PARROQUIA
A pesar de ser la más reciente de las parroquias que constituyen el Término Municipal, si tenemos en cuenta su año fundacional, A Cañiza es hoy en día la más importante de las 9 que constituyen la localidad, por residir en ella la capitalidad del municipio, por concentrarse en la misma la mayor parte de los servicios administrativos y por ser la que más población acoge a pesar de ser la más pequeña en extensión. Sin embargo y como ya se comentó, la historia de este lugar nos remonta casi 250 años atrás.
Los primeros pobladores de esta parroquia eran oriundos de las inmediaciones, especialmente de Valeixe. Empezaron a poblar la zona, concretamente el barrio que hoy se conoce como A Calzada, para atender mejor y más de cerca el cultivo de sus terrenos. A los primeros moradores les seguirían otros, porque cada vez eran más los vecinos que deseaban permanecer cerca de sus bienes y sus campos y así comenzaron a construir sus propias habitaciones a las que siguieron mejores edificaciones. El nombre “Cañizas” que se le dio a la parroquia, explica fielmente cual fue su origen. La zona empezó a poblarse con unas casetas o chozas hechas de ramas de árboles entretejidas y cubiertas de pajas a las que la gente del país les llamaba Cañizas y Cañizos, para que los labradores pudieran guarecerse de la lluvia. También eran conocidos entonces los cañizos con el nombre de hórreos.
Más tarde se iniciarían también las obras de construcción del llamado Camino Real de las ciudades de Tuy y Vigo para Castilla, obra que le daría el impulso definitivo a esta parroquia. La elección del trazado por estas tierras tuvo mucho que ver con las buenas condiciones del suelo. En este caso Valeixe quedó relegada por tener una estructura orográfica más complicada para el acondicionamiento de la calzada. Por esta travesía se fueron levantando numerosas edificaciones. Era conocida como calle Principal y contaba además con una parada de postas para abrevadero de caballos en el lugar que hoy conocemos como Fuente de los Dos Caños, abrevadero que mandó construir el Alcalde Francisco Vidal de Olivares, abogado de profesión y que sufragó con cargo a sus fondos particulares. La construcción de esta obra casi le valió la vida porque algunos vecinos no querían ceder el uso del agua sobrante y le regalaron al Alcalde cinco lampreas. Tal fue la sorpresa del regidor ante el regalo que le dio que desconfiar. Las mandó preparar y se las dio a sus perros los cuales murieron en el acto. Esta parte de la historia de A Cañiza quedará en el anecdotario porque no se puede confirmar pero si nos lo han relatado sus herederos como parte de su historia familiar.
En un principio, el lugar de A Cañiza pertenecía a la parroquia de Stª. Cristina de Valeixe, que no Ayuntamiento de Valeixe, como tiende a confundirse aún hoy en día. Pero el 9 de julio de 1.790, el Señor Obispo de Tuy, D. Domingo Fernández Angulo convertiría el barrio “las Canizas” en anejo de Santa Cristina por así solicitarlo en reiteradas ocasiones los lugareños de esta barriada debido, entre otros motivos, a la gran distancia que a diario tenían que recorrer hasta el templo parroquial. La Iglesia se encontraba situada en Valeixe, o lo que es lo mismo a 9 kilómetros por un malo y “fragoso” camino. Poco después comenzarían a construir una ermita en el terreno que hoy ocupa la Plaza Mayor de la villa, dedicada al Dulce Nombre de Jesús y a Stª. Teresa. El 28 de julio de 1790 se celebraría el primer bautismo y el primer casamiento el 5 de septiembre, también de ese mismo año. Sin embargo los entierros se seguirían celebrando en Valeixe, hasta que tuvo lugar la total desmembración.
La población de la Villa cada vez aumentaba más y deseando sus vecinos separarse enteramente de la matriz y pedir la autonomía parroquial ante el Ordinario Eclesiástico de Tuy, lo hicieron en un juicio contencioso, ganándola en un reñido litigio. Consiguieron la sentencia el 25 de febrero de 1.815. Debido a los cambios políticos tan significativos que estaba viviendo el País, A Cañiza tuvo varios curas ecónomos y tendría que esperar hasta abril o mayo de 1844 para contar con su primer Abad Párroco que se llamaba Don Benito María Sarmiento.
Será a finales del siglo XVIII y principios del XIX cuando A Cañiza alcance su mayor apogeo. En esta época además de aumentar su vecindario en una proporción desmesurada, se trasladó allí la Justicia de las Achas con su Audiencia y se convirtió en cabeza y capital de Jurisdicción y Partido, tomando desde entonces la denominación de Villa. En el año 1815 era gobernada la Villa por un Juez Ordinario con su Audiencia. Hasta el año 1820 A Cañiza no se constituiría como Ayuntamiento con su correspondiente Alcalde, por ello y hasta la fecha era gobernada por Juez.
En septiembre del 2002 A Cañiza celebró el Centenario de la construcción de su Templo Parroquial.
En 1856 se iniciaron las obras de construcción de la actual Iglesia parroquial, obras que durarían 28 años. Estas obras se comenzaron también siendo Alcalde Don Francisco Vidal de Olivares, que de nuevo aportó su patrimonio para la construcción. Esta tardanza se debió en gran parte a la falta de financiación. Las obras de la estructura principal finalizarían en el año 1884 y el campanario, obra del prestigioso cantero D. Xosé Martínez Cabrita, natural de Petán, se remató en el año 1902, después de que se derrumbara la torre original.
Hace doce años la parroquia de A Cañiza celebró el centenario de su Iglesia y se conmemoró con la peregrinación de la Patrona Santa Teresa de Jesús al Santuario de Ntrª. Srª. de A Franqueira el 8 de septiembre coincidiendo con la festividad de la Romería de Verano de esta Virgen. En septiembre de 2002, hacía 39 años que la imagen de Stª. Teresa no peregrinaba hasta el santuario mariano. Concretamente el 21 de julio del año 1963 fue la última vez que subió hasta este emplazamiento, con ocasión de la coronación canónica de la venerada imagen de la Virgen de A Franqueira por Fray José López Ortiz. En aquella fecha la Imagen de Stª. Teresa, como Patrona de la villa de A Cañiza, acompañada de la Corporación Municipal y de las gentes de la localidad, fue la encargada de entregar el bastón de mando de Alcaldesa honoraria a la Virgen de A Franqueira, quién recibió este nombramiento el 31 de mayo de 1957.